"Las autoridades de Baní y Barahona, tanto policiales como judiciales
tienen que estar alerta, ya que el se esta moviendo en ambas ciudades",
expuso.
A Luckyris su marido le destruyó el tabique nasal en tres partes, varias
costillas y la golpeó uno de sus ojos, que podría perder.
Además, con una tijera le provocó heridas en la cara, le tumbó varias piezas dentales entre otros golpes.
La mujer desde su niñez vivió en una vivienda de la calle María Montez,
después de los barracones de Castillo, en el barrio San Diego de
Barahona.
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