Mandy nació con un cuerpo de tamaño medio, pero las piernas anormalmente grandes y los pies, que han seguido creciendo a lo largo de su vida.
Mandy tiene 36 años de edad y su afección se denomina Síndrome de Proteus, las mismas condiciones que sufren los "hombre elefante".
Cuando Mandy tenía siete años, se les ofreció a sus padres la opción de tener una de sus piernas amputadas, pero ellos decidieron no hacerlo, creyendo que sería una opción que Mandy podría hacer en el futuro si ella quería.
Ella está aprendiendo a caminar de nuevo con una nueva pierna ortopédica y asiste a sesiones regulares de fisioterapia.
Su trastorno se ha hecho difícil para que ella consiga trasladarse y ha sufrido en forma aparejada diversas enfermedades.
Los médicos finalmente decidieron amputarle su pierna izquierda en enero de 2010 y ella dice que su "vida es mejor que nunca".
Mandy relata: "La amputación ha cambiado por completo mi vida porque ya no me siento mal todo el tiempo. Nunca me sentí tan sana en 20 años".