Idearon
todo para escapar. Habían planeado cómo romper la pared de la celda y
cómo distraer la atención del carcelero que los vigilaba. El plan
parecía ir a la perfección cuando lograron escapar. Pero a las pocas
horas de fugarse, uno de ellos volvió a caer en las manos de la Policía.Las
paredes del baño que utilizan los detenidos de la comisaría de Banda
del Río Salí, a poca distancia al este de la capital de Tucumán, están
siempre húmedas debido a los reiterados problemas que tienen con las
cañerías, según confió una fuente policial. Y dos de los presos vieron a
esta situación como una oportunidad para hacer algo y recuperar la
libertad.
El día elegido para actuar fue la madrugada del domingo. Las fuentes
consultadas estimaron que la fuga se pudo haber concretado alrededor de
las 4. Los dos hombres, que estaban detenidos por un robo agravado,
aprovecharon que el agua había debilitado los ladrillos y los rasparon
para salir.
Lo curioso fue que, según pudieron determinar los investigadores,
sus únicas armas fueron algunas tapitas plásticas de gaseosas. Con sus
bordes gastaron la pared hasta lograr un hueco por el que pasaron en
posición horizontal.
Antes, para evitar ser descubiertos, rompieron uno de los caños de
la comisaría. Lo hicieron de manera tal que perdiera demasiada agua y el
guardia tuviera que ocuparse de solucionar el problema mientras ellos
volvían a caminar por la calle.
Duró poco
Una vez que atravesaron la pared, salieron a un cuarto que la
Policía utiliza para guardar las motos secuestradas. Escapar de ahí fue
más sencillo, les bastó con abrir una ventana y saltar hacia el pasillo
de una casa vecina. De ahí en más, la ansiada libertad.
Más tarde, a las 6.30, cuando los uniformados controlaban el
calabozo, se encontraron con las dos sorpresivas ausencias. Rápidamente
organizaron la búsqueda de los dos fugados y un par de horas después uno
de ellos regresaba esposado.
Fue el primero en caer, precisamente, quien había planeado la fuga.
Así lo habría confesado cuando lo atraparon a 10 cuadras de la
comisaría. Según señalaron las fuentes, el individuo merodeaba con su
bolso en la mano en busca de un lugar donde refugiarse.
En cuanto al segundo prófugo, hasta ayer era buscado por la Policía.
Mientras tanto, los 10 detenidos que permanecían alojados en ese
lugar fueron trasladados hacia otra comisaría hasta que se solucionen
los problemas edilicios de la dependencia ubicada en avenida Santo
Cristo y Antártida Argentina.
Deuda pendiente
En febrero de 2010, el gobernador, José Alperovich, había reconocido el mal estado edilicio de las dependencias policiales.
"Creo que uno de los pocos sectores en los que no invertimos fue en
las comisarías", había afirmado luego de que se conociera la fuga de
cuatro presos de la Brigada de Investigaciones Norte. En ese entonces se
había propuesto rediseñar los calabozos, ubicándolos en el medio de la
comisaría.
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